Hoy escribe un maño que ha tenido la gran oportunidad de poder disfrutar de esta enorme peregrinación y por ello doy gracias. Lo primero de todo estamos aprendiendo a convivir en el autocar. Voy a contar la crónica de hoy y ayer.
La de ayer no hay mucho que contar salvo las trece horicas del autobús. Cogimos un gran atasco que nos retrasó a todo no llegando a cumplir ningún horario. En el autobús primero dormimos todo el mundo había un gran silencio. Luego ya el resto del tiempo lo llenamos hablando, debatiendo, cantando… También tuvimos una catequesis sobre los mártires de Lyon y vimos “Brave” y “La vida es bella”. Llegamos tardísimo a Lyon y tuvimos una misa sencillica.
Hemos dormido a las afueras de Lyon en unas salas de exposiciones. Nos hemos despertado más tarde que el resto de los días, a las 7:00 ¡que tarde! . Desayunamos y tenemos una catequesis sobre la fe en la que hemos compartido lo que es para nosotros. Después partimos hacia el centro de Lyon y hacemos una visita express a la catedral ya que vamos muy justicos. Luego subimos a la basílica para celebrar la Eucaristía. El Pilar no tiene nada que envidiar, la Almudena, pues no se yo a lo mejor un poquito. La basílica está en una montañica desde donde se ve toda la ciudad. Mandamos una foto desde allí.
Después hemos comido en el seminario en el que tiene unos lavabos un tanto curiosos que se parecen a los de Harry Potter. La comida ha sido la mejor que hemos probado desde que se nos acabaron nuestra rica y añorada comidica de España (tampoco os penséis que era una delicatessen). Cogemos el bus para ir a Tréveris y vemos la película “Karol” en el viaje para conocer mejor la vida de San Juan Pablo II. También lo pasamos muy bien hablando. En el autocar hay tiempo para todo.En este día hemos cubierto nuestras necesidades: no ha habido ducha, pero Dani ha encontrado ¡¡¡UN PALO!!! para la bandera. Para finalizar la crónica quiero decir que hay un gran ambiente y el grupo de la parroquia es muy “majico”.
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